El problema recurrente en proyectos inmobiliarios
En Lima, el desarrollo inmobiliario avanza sin detenerse. Sin embargo, en plena etapa de construcción muchas empresas se topan con un problema inesperado: un árbol en la vereda o en el frontis del terreno que interfiere con el diseño de la cochera o el acceso principal.
Lo que parece un detalle menor se transforma con frecuencia en una urgencia: “¿podemos trasladarlo?”. Pero lo que pocos saben es que el traslado de árboles en Lima requiere autorización previa sustentada en un expediente técnico. Hoy la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) exige que cada traslado asegure tanto la supervivencia del ejemplar como la conservación del área verde original, evitando intervenciones improvisadas que degradan el paisaje urbano.
El traslado de árboles empieza con la autorización
El procedimiento está regulado por la Ordenanza N° 1852, cuyo artículo 27 establece que la reubicación de árboles solo procede tras evaluar su factibilidad técnica y explorar alternativas (poda, ajuste de diseño). La norma obliga a seguir el Manual de Áreas Verdes y Arboricultura Urbana y a garantizar la compensación del área verde afectada.
La autoridad que emite la autorización es la Gerencia de Servicios a la Ciudad y Gestión Ambiental (GSCGA) de la MML, con participación activa de las municipalidades distritales, que evalúan el expediente técnico, realizan inspección in situ y determinan la ubicación final o la compensación correspondiente. Este marco protege el patrimonio vegetal y ofrece seguridad legal a las inmobiliarias que gestionan responsablemente sus proyectos.
El expediente técnico: corazón del procedimiento
El expediente técnico es el documento fundamental para solicitar la autorización para traslado de árboles. Más que un requisito, es la garantía profesional de que el trasplante de árboles se realizará con criterios técnicos y ambientales. Para facilitar la comprensión, estos contenidos se agrupan en cinco bloques:

La elaboración del expediente la lidera generalmente un ingeniero forestal especializado en arboricultura urbana, en coordinación con el arquitecto del proyecto y el representante de la inmobiliaria. Esa integración técnica evita improvisaciones que luego encarecen y retrasan la obra.
Flujo del procedimiento administrativo
Con el expediente listo, el procedimiento típico es:

Conocer este flujo permite a las inmobiliarias planificar plazos, coordinar a tiempo con especialistas y evitar demoras costosas.
La importancia de la compensación del área verde
Cada árbol trasladado implica la obligación de mantener el metraje y la calidad del área verde. La Ordenanza N° 1852 exige compensar la superficie afectada en igual medida y características ecológicas. Para una inmobiliaria esto debe verse como una oportunidad de responsabilidad social: planificar la compensación desde el anteproyecto optimiza espacios, reduce costos y mejora la percepción pública del desarrollo.
Si no es posible reponer en el frente del proyecto, las municipalidades permiten alternativas (parques distritales, áreas públicas o propuestas en otros espacios), siempre bajo aprobación técnica.
Errores comunes de las inmobiliarias (y cómo evitarlos)
- Iniciar obras sin autorización previa: Genera sanciones y paralizaciones. Solución: gestionar el expediente técnico antes de iniciar obra.
- Presentar expedientes incompletos: Por lo que, contratar un ingeniero forestal que cumpla con los requisitos municipales, es la mejor opción.
- Dejar la compensación para el final: Inclúyela desde el diseño para evitar modificaciones costosas.
- Subestimar la complejidad del traslado: El trasplante exige técnica, maquinaria, experiencia y contratar especialistas.
Evitar estos fallos no solo ahorra tiempo y dinero, sino que proyecta una imagen de gestión responsable y alineada con los estándares urbanos actuales.
Conclusión: planificar es conservar
Planificar a tiempo el traslado o trasplante de árboles, elaborar un expediente técnico bien sustentado y cumplir con la compensación del área verde son decisiones que hablan de visión, compromiso y sostenibilidad. Construir con propósito es integrar la infraestructura con la ciudad viva.
En conclusión, anticipar y planificar cada traslado de árboles no solo protege el patrimonio vegetal de Lima, sino que también eleva el estándar de calidad y responsabilidad del desarrollo urbano.

